Severo Ochoa de Albornoz (Luarca, Asturias, 24 de septiembre de 1905 — Madrid, 1 de noviembre de 1993), científico de nacionalidad española y desde 1956 también estadounidense. En 1959 fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina.
Fue alumno de Juan Negrín en el laboratorio de Fisiología de la Residencia de Estudiantes y se centró en el metabolismo energético, con especial atención a las moléculas fosforiladas. Compartió estudios con el padre Pedro Arrupe, quien le quitaría el Premio Extraordinario. Durante su época en el laboratorio de la Residencia de Estudiantes, Ochoa puso a punto un método para la determinación de la creatinina.
Formación europea
Una vez finalizados los estudios trabajó en varios laboratorios de Europa (Berlín, Londres, Oxford), entre ellos una estancia en el Instituto de Ciencias Médicas, creado por Carlos Jimenez Díaz, en Madrid. En esta época trabajó sobre la química de la contracción muscular, sobre su primera enzima, la glioxalasa, sobre la glicolisis, y sobre la vitamina B1. Después de pasar su primer verano en Inglaterra, en el laboratorio de Patton, publicó su primer trabajo en inglés, en 1929, en la prestigiosa revista Journal of Biological Chemistry. En ese mismo año se doctoró.
En 1931 se casó con Carmen García Cobián, y el mismo año es nombrado profesor ayudante de Juan Negrín, su principal apoyo ante la Junta de Ampliación de Estudios para que completara su formación en el Reino Unido y Alemania.
Investigación
Su investigación fue polifacética, hizo numerosas e importantes contribuciones en distintos campos de la Bioquímica y la Biología Molecular. La aportación científica de Severo Ochoa se ha realizado esencialmente a tres niveles.
En primer lugar mediante trabajos de enzimología metabólica con el descubrimiento de dos enzimas, la citrato-sintetasa y la piruvato-deshidrogenasa, que permitieron concluir el conocimiento efectivo del ciclo de Krebs, y que representa un proceso biológico fundamental en el metabolismo de los seres vivos.
Estudió también la fotosíntesis y el metabolismo de los ácidos grasos.
En segundo lugar Severo Ochoa realiza una serie de trabajos que conducen finalmente a la síntesis del ácido ribonucleico, ARN, tras el descubrimiento de la enzima polinucleótido-fosforilasa. Este hallazgo le valió, junto a su discípulo Arthur Kornberg, el premio Nobel de Medicina de 1959..
En tercer lugar la aportación científica de Severo Ochoa se materializa en una serie de trabajos en los que se desarrollan las ideas y los hallazgos anteriores y que se relacionan con el desciframiento del código genético, la biosíntesis intracelular de las proteínas y los aspectos fundamentales de la biología de los virus.
En una oportunidad, Ochoa dijo una frase que es célebre: "El amor es la fundición de física y química"
Fue alumno de Juan Negrín en el laboratorio de Fisiología de la Residencia de Estudiantes y se centró en el metabolismo energético, con especial atención a las moléculas fosforiladas. Compartió estudios con el padre Pedro Arrupe, quien le quitaría el Premio Extraordinario. Durante su época en el laboratorio de la Residencia de Estudiantes, Ochoa puso a punto un método para la determinación de la creatinina.
Formación europea
Una vez finalizados los estudios trabajó en varios laboratorios de Europa (Berlín, Londres, Oxford), entre ellos una estancia en el Instituto de Ciencias Médicas, creado por Carlos Jimenez Díaz, en Madrid. En esta época trabajó sobre la química de la contracción muscular, sobre su primera enzima, la glioxalasa, sobre la glicolisis, y sobre la vitamina B1. Después de pasar su primer verano en Inglaterra, en el laboratorio de Patton, publicó su primer trabajo en inglés, en 1929, en la prestigiosa revista Journal of Biological Chemistry. En ese mismo año se doctoró.
En 1931 se casó con Carmen García Cobián, y el mismo año es nombrado profesor ayudante de Juan Negrín, su principal apoyo ante la Junta de Ampliación de Estudios para que completara su formación en el Reino Unido y Alemania.
Investigación
Su investigación fue polifacética, hizo numerosas e importantes contribuciones en distintos campos de la Bioquímica y la Biología Molecular. La aportación científica de Severo Ochoa se ha realizado esencialmente a tres niveles.
En primer lugar mediante trabajos de enzimología metabólica con el descubrimiento de dos enzimas, la citrato-sintetasa y la piruvato-deshidrogenasa, que permitieron concluir el conocimiento efectivo del ciclo de Krebs, y que representa un proceso biológico fundamental en el metabolismo de los seres vivos.
Estudió también la fotosíntesis y el metabolismo de los ácidos grasos.
En segundo lugar Severo Ochoa realiza una serie de trabajos que conducen finalmente a la síntesis del ácido ribonucleico, ARN, tras el descubrimiento de la enzima polinucleótido-fosforilasa. Este hallazgo le valió, junto a su discípulo Arthur Kornberg, el premio Nobel de Medicina de 1959..
En tercer lugar la aportación científica de Severo Ochoa se materializa en una serie de trabajos en los que se desarrollan las ideas y los hallazgos anteriores y que se relacionan con el desciframiento del código genético, la biosíntesis intracelular de las proteínas y los aspectos fundamentales de la biología de los virus.
En una oportunidad, Ochoa dijo una frase que es célebre: "El amor es la fundición de física y química"
No hay comentarios:
Publicar un comentario